lunes, 4 de noviembre de 2013

DOS CUERPOS



DOS CUERPOS

En una vitrina veo dos cuerpos idénticos
                                                                 enfrentados
que yacen en el ataúd con marcos
de ébano.
Lucen vestidos de encaje blanco
 con chales de seda azul, verde, turquesa
la cabeza cubierta
el manto caído
                         oculta las mejillas de marfil y porcelana


Y tú viajas
                  en una nave espacial.

No puedes gobernar el timón
quieres ascender y te detienes.

Corres, corres, corres
Te deslizas,
                   te sujetas de los barrotes,
acaricias la madera suave
Pisas los peldaños de mármol
te impulsas por el barranco
capturando el destino en el goce eterno y supremo


Y ahora
giras el rostro luminoso
miras con los ojos de asombro
en el instante
                    en que el fulgor de las estrellitas
                                                                       estallan
en el espacio cotidiano.

Vuelves a ver la luz
en el eco de la transformación.

Hay un aire suspendido en los rostros duplicados
por esos cuerpos quietos
                                         debajo de los paños agobiantes

Al fin el torso en grietas
                                       está  desnudo.
El tejido de tus ropas 
ha caído
y desoculta el pecho
                                 aprisionado

Él te ve,
             escuchas voces añoradas
te vas acercando con tu lento andar
trepando las columnas salomónicas.
Y en los frisos de estelas funerarias
se dibujan las figuras de Zeus y Hera
en el Olimpo y en el Jardín de las Hespérides


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